En la práctica y ejercicio de
nuestra profesión, no en pocas ocasiones nos encontramos el famoso “parte
amistoso” mal cumplimentado, lo que en la práctica conlleva importantes
dilaciones en la reclamación de los siniestros y, en algunos casos, incluso la
denegación del mismo.
Por ello, consideramos necesario
aclarar ciertas cuestiones sobre la correcta cumplimentación del mismo, al
efecto de no encontrarnos ninguna sorpresa desagradable.
Antes de detenernos en el parte,
es necesario hacer algunas consideraciones generales:
- Lo primero tras una colisión es, en la medida de lo posible, retirarse de la calzada para no entorpecer el tráfico de vehículos. En ocasiones podemos provocar otro accidente. Si no es posible, señalizaremos correctamente el lugar para el resto de conductores.
- Cumplimentar la Declaración Amistosa de Accidentes no es obligatorio, aunque sí muy aconsejable, ya que evitará problemas en el futuro al esclarecerse claramente los hechos y ayudar a las compañías a agilizar los tiempos de tramitación de los mismos.
- El parte consta de dos hojas autocalcables, de forma que rellenando la primera quedará en la segunda copiado. Cada hoja es para cada uno de los vehículos implicados, no importando cual de las mismas se quede cada uno. Es muy importante que tanto el original como la copia sean exactamente iguales, de forma que no se añadan cosas una vez se hayan separado. En estos casos, sólo contribuiremos a que la compañía deniegue el siniestro o dude, incluso, de que el mismo se ha producido.
- En el caso de golpes múltiples, y al reflejarse únicamente en el parte la posibilidad de rellenar dos vehículos, cada vehículo implicado tendrá que rellenar el parte con los vehículos con los que ha golpeado. Por ejemplo: Vehículo 1 golpea a vehículo 2 que a su vez golpea a 3. En este caso, si somos el vehículo 1 sólo necesitamos un parte con el vehículo 2, al solo colisionar con este. Sin embargo, el vehículo 2 tendrá que rellenar dos partes, a saber, uno con el vehículo 1 y otro con el vehículo 3.
- El parte amistoso debe estar firmado por las dos partes, sin que dicha firma suponga, en modo alguno, una declaración de culpabilidad por ninguna de ellas.
- En el caso que alguna de las partes no quiera firmar o cumplimentar el parte amistoso, es conveniente llamar a la Policía para que levante un atestado de los sucedido. Este documento nos puede servir en el futuro pues tiene presunción de veracidad y otorga fuerza probatoria en un hipotético procedimiento.
- Si el vehículo con el que hemos tenido el accidente, se niega a atendernos o se da a la fuga, no entres en discusiones que pueden ser más perjudiciales. Anota o memoriza la matrícula y demás detalles que puedas y ponlo en conocimiento de la Policía.
PARTES
DE LA DECLARACIÓN AMISTOSA DE ACCIDENTES
La primera parte corresponde a
los datos del accidente tales como localización, día, hora, existencia o no de daños tanto materiales como personales y los testigos que puedan ayudar a esclarecer lo sucedido.
Es importante
puntualizar que debemos señalar con una cruz la casilla “sí” de víctimas,
incluso en el caso que sean leves. Tenemos que tener en cuenta que, en muchas
ocasiones, los síntomas de los daños que hemos sufrido aparecen a las horas de
la colisión, por lo que, a la más mínima molestia, señalar “sí” en el apartado
de víctimas. Es preferible pecar por exceso que por defecto.
Da
exactamente igual quien sea el vehículo A o quien sea el B. Lo único importante
es no confundirlos al rellenar el parte. Si yo soy el B seré siempre el B, no
confundir después los vehículos.
En
el punto número 10, señalaremos con una flecha el lugar exacto donde colisionó
mi vehículo, en el 11, los daños que apreciamos al mismo y en el 14, cualquier
otra información que nos parezca relevante. Insistimos, en mejor pecar por
exceso que por defecto.
La tercera parte hace referencia a las circunstancias en que se produjo el accidente, de modo que marcaremos con una cruz en la casilla o casillas en la que nos encontrábamos al ocurrir la colisión. Podemos señalar más de una casilla, reflejando en la última el número de casillas marcadas por cada vehículo.
Este es unos
de los apartados más importantes del parte, pues definirá en gran parte la
culpabilidad del mismo. Serán los tramitadores del siniestro los que determinen
este extremo, aunque, naturalmente, siempre puede ser objeto de discusión tanto
en vía judicial como extrajudicial.
La cuarta parte es el croquis, en el que tendremos que dibujar de la manera más fidedigna posible las circuntancias en que se produjo el siniestro.
Aunque no seas muy habilidoso en
el arte del dibujo, no te preocupes. Lo importante es reflejar las
circunstancias de manera clara. Señala las circunstancias de la calzada (número
de carriles, señales de tráfico verticales o pintadas en el suelo) y dibuja los
dos vehículos, incorporando la letra a
la que corresponde cada uno (A ó B) en su interior. Señala con claridad la
dirección que llevaba cada uno (ayúdate de flechas o pinta unos faros). Refleja
todo lo que te parezca relevante de la forma más clara posible.
Por último, no olvides firmar el
parte de accidentes, tanto tú como el conductor del otro vehículo. Sin dicha
firma no sirve de nada. Cuando todo este cumplimentado y firmado podéis separar
las hojas del parte, quedándose cara uno con una, sin importar quien se queda
el original y quien la copia.
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